09 de Diciembre de 2013 | TANDIL | El eco de Tandil
DE INTERÉS GENERAL
Patricia Ratto estuvo en Brasil, Alemania y España con su libro

Patricia Ratto realizó un viaje por Europa y presentó su libro en Madrid, Frankfurt y Colonia. A pocos días de su regreso participó de la Fiesta Literária Aquiraz, Brasil. Allí fue parte de una mesa sobre dictadura y literatura junto al escritor brasileño Ronaldo Correia de Brito, coordinada por Mona Dorf, periodista de San Pablo, que destacó la escasa producción literaria en torno al tema en Brasil y la prolífica producción literaria de Argentina, lo que ha permitido revisar desde la literatura aquella época oscura de nuestros países.

A su vez, los escritores participantes en la FLAQ hicieron sus aportes en torno al tema de la promoción de la lectura, tanto en la escuela como en los hogares y bibliotecas, ya que el festival tuvo una nutrida asistencia no sólo de público general sino también de docentes.

En Europa

-Comenzó su recorrido en Madrid.
-Sí, con la presentación de la novela en la librería Tipos Infames. Allí me acompañó un periodista y escritor que es Ernesto Calabuig García. Estuvo muy linda la presentación. Además, me encontré con una gran sorpresa y fue que tenía lectores de mis tres novelas, que es algo que uno no se imagina. Evidentemente la repercusión que había tenido a partir de un par de notas, había sido interesante. Para mí fue una sorpresa muy grata. Algunos eran lectores argentinos que viven en España y también me encontré con lectores españoles, que van a buscar algo diferente en la literatura argentina. Además, se tomaron el trabajo de ir a conocerme y contarme que habían leído mi novela y a preguntarme sobre ella. Entonces, se volvió una presentación muy participativa.
-¿Qué diferencias encontró entre los lectores españoles y los que has tenido en Argentina?
-Hubo algunos comentarios de esos lectores que estuvieron allí que comentaban que la literatura española está pasando un momento muy pegado al realismo, entonces se encuentran con libros que se parecen más a las crónicas o que abordan temas que están de moda en el momento. Entonces encontrarse con textos que dialoguen con otros textos, o con cuestiones simbólicas o metafóricas les pareció llamativo.
Del mismo modo, hay un interés por las cosas que nos pasan en Argentina. La guerra submarina, que es el tema de mi libro, generó un interés especial.
-Calabuig la acompañó en esta ocasión. El ya había escrito sobre Trasfondo.
-El había escrito una reseña muy linda para el diario El Mundo y había leído la novela y dijo cosas muy interesantes sobre ella. Lo bueno fue que dialogamos de escritor a escritor, de las cosas que nos pasan mientras estamos escribiendo, de las decisiones que vamos tomando.

En Frankfurt
-Luego tuvo una presentación en la Feria del Libro de Frankfurt.
-Es algo absolutamente sorprendente esta feria. Es como otra ciudad paralela, mucho más grande que cualquier feria que uno esté acostumbrado a ver. Los primeros tres días está destinada a los editores.
Los dos últimos días se abre al público. Los estudiantes, para no pagar entrada, tienen que disfrazarse como sus personajes favoritos. Entonces se van paseando de princesas, dragones y demás, es muy pintoresco.
-Su mesa fue compartida.
-Sí, en la feria compartí la mesa “Derechos Humanos y Literatura” con el embajador Daniel Polski, la embajadora Magdalena Faillace, y los escritores Elsa Osorio y Pablo Ramos. Fue una mesa muy linda que estuvo enfocada a la pregunta de porqué algunos escritores tomamos la opción de revisar nuestro pasado. La coincidencia es que, cada uno de nosotros, está instalado en la ficción y no hace crónicas ni periodismo y los temas están tratados en novelas o cuentos.

En Colonia
-Luego partió a Colonia.
-Sí, en la Universidad hubo un taller que duró dos días donde se hicieron distintas actividades. Había una conferencia inaugural de Ana María Zubieta que es profesora de la Universidad de Buenos Aires, una película de un director alemán muy joven, Florian Cossen, que filmó sobre la dictadura. Tiene la mirada de un extranjero joven sobre este tema, desde el papel que jugaron las empresas extranjeras.
-¿Qué participación tuvo en esos talleres?
-Hubo una mesa de ficciones sobre Malvinas que compartí con Patricio Pron, que es un escritor joven al que yo admiro y que escribe muy bien. A partir de la novela que escribió cada uno, nos preguntamos qué se propone esa ficción que trabaja sobre la guerra y Malvinas y cómo la literatura puede explorar otras zonas a las que no llega ni el periodista, ni el historiador, ni el testimonio.
En otra mesa estaba presente Mariana Eva Pérez, que es hija de montoneros desaparecidos, y leyó fragmentos de “Diario de una princesa montonera”. Estuvo presente el tema de que los testimonios no bastan, porque siguen mostrando una parcialidad de lo que ocurrió. La literatura puede explorar esa zona donde no llega el testimonio ni la investigación.
En Colonia estuve con alumnos y docentes de la Universidad. La idea era vincular la mirada hacia el pasado y hacer memoria.
Como parte de las actividades hicimos una visita a un centro de detención del Nacional Socialismo que funcionaba en pleno centro, a cinco cuadras de la catedral. Recién en 2009 ese lugar dejó de ser, primero registro civil y luego, algo así como una administración federal de ingresos públicos, donde gente que había estado detenida tenía que ir a gestionar sus pensiones. Hace unos años consiguieron que ese lugar fuera un centro de documentación de lo que había sucedido.

Reflexiones
-¿Qué le dejó este viaje?
-Por ahora, muchísimos aprendizajes. La lectura de la novela se va enriqueciendo a medida que me voy encontrando con otros lectores y escritores. Mi mirada se enriquece a medida que voy recibiendo devoluciones de los lectores.
En este momento tengo una doble tarea: por un lado, todo lo que tiene que ver con la “cocina” de la escritura y por otro, con la exposición, como salir en entrevistas, hacer presentaciones para promocionar el libro, dar charlas, conferencias. Eso es algo que uno tiene que aprender, porque es muy diferente a sentarse a escribir el libro. Si bien yo había tenido experiencias, habían sido siempre en Argentina. Hay una carga extra cuando se sale al exterior.