12 de Enero de 2010 | El Eco de Tandil
Las novelas de Patricia Ratto en Mar del Plata
La escritora tandilense disertó en la V FERIA DEL LIBRO de Mar del Plata

 

La autora de Pequeños Hombres Blancos y Nudos, novelas editadas por Adriana Hidalgo, contó a El Eco de Tandil su experiencia en el evento marplatense.

 

Días pasados, Patricia Ratto estuvo en la Quinta Feria Provincial del Libro “Puerto de Lectura” en Mar del Plata, acompañada por Eduardo Balestena y Edgardo Berg, quienes entrevistaron a la autora por sus novelas.

El diálogo versó sobre cuestiones relativas al lenguaje, a la composición de los personajes y espacios vinculados a la realidad cultural, social, política y económica argentina.

-¿Cómo surgió la invitación desde Mar del Plata para que hicieras una presentación?

-Fue curioso porque un día, a través de mi página web, recibí un mail de un trabajador social y novelista que se llama Eduardo Balestena y trabaja en el poder judicial de Mar del Plata. Siempre entra a la web para mirar las novedades de Adriana Hidalgo Editora y había leído que en la reseña de mi novela se decía que uno de los personajes de Nudos era una trabajadora social. Entonces, por pura curiosidad, compró la novela, la leyó, le gustó y me escribió a través de la página. En ese momento empezamos con un intercambio de mails donde me contó lo que hacía: estaba escribiendo una novela que pronto le editará editorial Corregidor. En aquella oportunidad publicó una reseña muy extensa e interesante de Nudos en el suplemento de cultura del diario La Capital y, como le había gustado esa novela, leyó luego Pequeños Hombres Blancos e hizo también una reseña. El intercambio se fue sosteniendo y fue suya la idea de gestionar mi presencia en la Feria del Libro marplatense. Luego me contactó la Dirección de Cultura y los organizadores de la Feria y me invitaron a ir.

-¿Cómo encontraste la Feria en Mar del Plata?

-A mí me gustó. Tengo que decir que hice una mirada particular, porque era un domingo y llovía, había mucha gente de afuera, que circulaba en la Feria que se hacía en el Hotel Provincial, recientemente remodelado; de manera que todo era blanco, iluminado, nuevo. Para los que nos gusta encontrar variedad de obras había presencia de muchas editoriales y ofertas de buenos libros clásicos y contemporáneos.

Ponencia

-¿Qué preparaste para presentar?

-Me habían propuesto presentar las dos novelas. Para los que estamos en esto sabemos que es algo bastante atípico que, en estos tiempos de inmediatez y sobrevaloración de la novedad, después de un buen tiempo de publicadas, alguien te invite a presentarlas.

Debo decir, además, que en el transcurso del año había venido a Tandil un matrimonio que trabaja en la Universidad de Mar del Plata en la carrera de Letras, que son Edgardo Berg y Nancy Fernández. Ellos buscaban hacer el recorrido por los lugares que había frecuentado -durante su estadía aquí en Tandil- el reconocido escritor polaco Witold Gombrowicz y, como conocen a Ricardo Piglia, él les había dicho que, como ya no estaba “Dipi” (Jorge Di Paola), me vieran a mí y nos encontramos. Fue un encuentro muy agradable. Luego, seguimos en contacto y surgió la idea de que Edgardo también estuviera en la mesa. Entonces, lo que hicimos fue una charla abierta con el público y mis dos anfitriones: es decir, a la iniciativa de Eduardo Balestena se sumó Edgardo Berg.

-¿Cómo fue la dinámica con Berg y Balestena?

-Los dos tuvieron una mirada muy particular y sus lecturas fueron muy diferentes e interesantísimas. Para mí fue un placer esa mesa, por encontrarme con dos lectores inteligentes, que tenían curiosidad por preguntar, lo que generó que el público también se animara a participar. Todo esto hizo de la charla un momento muy entretenido. Además, leí en voz alta algunos fragmentos de las novelas, y luego un poco más a demanda del público.

Posibilidades y percepciones

-¿Cómo respondió la audiencia?

-Era un público heterogéneo: había amigos de Tandil, estudiantes de la Universidad, gente que había ido específicamente a la charla y otros que estaban en la Feria y que escucharon el anuncio y se acercaron. También me encontré con dos lectoras muy especiales: una que era maestra y que había leído mi primera novela y ahora se acercaba a conocer la segunda, y una señora que había trabajado en el sur y había leído Pequeños hombres blancos y Nudos y hacía unas preguntas realmente interesantes, no sólo desde el conocimiento, ella hablaba también desde lo afectivo. En un momento dijo cosas que nos conmovieron a todos.

-Es interesante que se abran distintos trayectos en función de las novelas...

-Sí, y que se generen distintas lecturas. A lo largo de las presentaciones me he encontrado con preguntas comunes, que se repiten, y otras realizadas desde una mirada diferente, particular. Esta vez me encontré además con otros intereses y con una fuerte conexión de los lectores con la emoción, lo que para mí es muy importante. La Feria del Mar del Plata tuvo todos los condimentos: el análisis inteligente, la lectura minuciosa y una buena conexión de los lectores con la pasión de leer. Fue completo y muy gratificante.

-Además, como son temas de la realidad social, permiten buenas lecturas...

-Quizá también tiene que ver con una manera de narrar, donde los temas no quedan cerrados, sino que queda espacio para que el lector construya interpretaciones propias con las que uno, en algún momento, afortunadamente se encuentra.

-¿Cómo ves tus libros, después de este tiempo de publicados?

-Han hecho un camino curioso. En principio, cada vez que salieron, tuvieron buena repercusión en Buenos Aires, en medios a los que a un escritor del interior le resulta difícil llegar. En ese sentido, hubo un trabajo importante de la editorial y también de periodistas de la cultura que quedaron interesados con la primera novela y rápidamente se comunicaron por la segunda, y así fue circulando la información. Después, se da un camino -quizás el más interesante- el que va de boca en boca, a través de la recomendación de un lector a otro. Lo bueno es que las novelas no dejaron de venderse ningún mes desde que salieron, y además se prestan mucho en las bibliotecas, y esos son lectores que también llegan al libro.

Carolina Cordi